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Vecinos inseguros. Municipio ausente.

El viejo repertorio de alumbrado, barrido y limpieza con que se concebía a los municipios de antaño está en franca retirada. La agenda municipal moderna contempla una amplia gama de rubros y ámbitos de acción que ni por asomo figuraban en el pasado entre los cometidos municipales, como por ejemplo la seguridad ciudadana, que tanto aflige hoy en día a la población cordobesa.

Al respecto, la Carta Orgánica Municipal de la ciudad de Córdoba, en su artículo 39, correspondiente al Capítulo II de Políticas Especiales y Sociales, establece que: “El Municipio planifica y ejecuta acciones preventivas destinadas a promover la seguridad y protección de los habitantes”. ¿Qué significa eso? Que el Municipio no puede ni debe desentenderse de una cuestión vital en las ciudades modernas cual es la seguridad de quienes las habitan. Una cuestión que en urbes del rango de Córdoba, asume proporciones superlativas dados los múltiples factores de riesgo a los que están sometidos a diario sus habitantes. Podría aducirse que la seguridad pública es de exclusiva responsabilidad del gobierno provincial, lo cual es cierto, pero ello no autoriza al intendente a desentenderse de la suerte que corren sus vecinos a merced de la delincuencia. Además, está claro que las políticas provinciales en la materia han fracasado en los últimos años y, lejos de disminuir, los índices delictivos treparon ostensiblemente, convirtiendo a Córdoba en una ciudad insegura y peligrosa. Sin embargo, no es ése el propósito de la nota, sino la forma en que la administración municipal y la comunidad pueden contribuir a crear y mantener un clima de seguridad ciudadana dentro de parámetros más razonables y controlados que los actuales.

Urca o qué Los vecinos de barrio Urca, hartos de sufrir robos, proponen una solución que, aun cuando conlleva buenas intenciones, no es la mejor. Hay que entenderlos; están preocupados. Sin embargo, las listas negras de lo que sea, en este país, tienen mala historia: lejos de servir para algo bueno, han sido vehículo de discriminaciones, censuras, cuando no de cosas peores. Por eso la solución pasa por otro lado, que tiene que ver con una acción conjunta y planificada del Municipio y la comunidad, donde el primero aporta todos los recursos institucionales y operativos con que cuenta y la segunda se involucra a través de los mecanismos de participación ciudadana que existen y que en buena medida se hallan subutilizados. La pregunta del millón es entonces, si no se está de acuerdo con la “solución Urca”, ¿entonces qué? Porque lo peor es permanecer de brazos cruzados. O lo mejor para los delincuentes, según de qué lado del mostrador se lo vea.

En algunas grandes ciudades como Buenos Aires se creó una fuerza policial propia, la policía metropolitana, para combatir el delito dentro de su jurisdicción. En Córdoba, por diversos motivos, esa alternativa es impracticable, por lo que se debe recurrir a otras herramientas, lo más alejadas del enfoque represivo que sea posible.

Urge entonces, la elaboración de un Plan Estratégico para la prevención del delito y la protección integral de los habitantes de la ciudad, donde cada quien tenga un rol a cumplir y queden identificados los factores de riesgo con el fin de anticiparse al evento delictivo o al menos morigerar sus efectos. A más de cumplir oportunamente con las obligaciones básicas del ayuntamiento. Calles oscuras y bacheadas, plazas descuidadas, baldíos, yuyales, ausencia de controles, teléfonos mudos, ambulancias y flota en estado calamitoso no ayudan a ese fin.

A la fecha, un intendente acuciado por las arcas flacas, no ha dado aún señales en la dirección planteada y cuando lo haga puede que sea tarde.

Municipio presente En pocas palabras, el Municipio debe asumir un rol protagónico en orden a la prevención del delito y a la protección de las personas, coordinando programas y acciones con Provincia, Nación y municipios colindantes y movilizando y coordinando la fuerza vecinal organizada y dispuesta a colaborar en la tarea. Puede o no crearse un Consejo de Seguridad Ciudadana como existe en las principales ciudades del mundo: lo más importante es contar con un plan integral y ejecutarlo puntualmente, lo demás es accesorio.

Ese plan, además de mantener la infraestructura urbana en buen estado y prestar adecuadamente los servicios esenciales, debe contemplar la asistencia a las víctimas del delito y de la aplicación arbitraria del Código de Faltas, controlar la noche, educar para el trabajo, prevenir las adicciones, ocuparse de los niños en situación de calle, estimular la práctica deportiva, erradicar de la vía pública factores potenciales de accidentes e inculcar valores civiles caídos en desuso, entre otras tantas prioridades.

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